par Epifanio alcañiz Rubio
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26 janvier 2024
Cambiar de grado tiene un precio, es una experiencia complicada, para unos más que para otros, todo depende de la intensidad de tus miedos, a mayor miedo mayor problema. Son siete las veces que tendremos que vivir esta experiencia, la primera cuando pasamos del séptimo grado de la primera etapa al primer grado de la segunda etapa, cuando nos convertimos en sensitivos, en ese momento adquirimos un segundo guía y un antiguía que nos recibe con intensidad, nos muestra su poder, para que entendamos que no seremos amigos y que empezar a brillar significa tenerlo de frente, recordad que en este mundo espiritual existen unas reglas de obligado cumplimiento, ese antiguía es un ser espiritual mucho más potente que nosotros, podría interferir en nuestro camino propiciando nuestra muerte, pero eso le está vetado, solo puede atacarnos a través de nuestras propias debilidades. Como curiosidad puedo decir que cuando recibí este mensaje, una imagen apareció en mi mente, la de Jesús de Nazaret y en concreto un pasaje, el de las tentaciones de Jesús en el desierto, digo que resulta curioso, porque yo no soy un seguidor de la figura de Jesús, aunque entiendo mejor que muchos, los mensajes que encierran los pasajes de su vida, cuando me llegó ese pensamiento yo no entendí nada, intuía que se trataba de un mensaje, pero no alcanzaba a descifrar el contenido, posteriormente mis guías me lo aclararon, ese pasaje es la representación de un cambio de grado, posiblemente para Jesús en la metáfora de su vida representa el último cambio, de sensitivo grado a 6 a sensitivo grado 7, el desierto significa en soledad, tu solo frente a tu antiguía, Jesús y el demonio, sin ayuda de sus guías, ni de nadie externo, sin otra herramienta para defenderte, que la capacidad de vencer tus miedos, las tentaciones no significa que se te ofrezcan riquezas, tus miedos se ven potenciados, esas son las tentaciones que te harán pensar en el abandono, en que el esfuerzo no merece la pena, se trata de una cruel batalla desigual, en la que lo más suave que te sucederá es que duermas muy poco en esos 43 días, porque no son 40 días, son exactamente 43, así me fue comunicado y así lo he podido comprobar en mis cambios de grado y en los de otras personas que lo han experimentado. Tampoco es necesario tener miedo a este periodo de tiempo, hay que sufrirlo, con lo cual si aceptas que así ha de ser, todo resulta más sencillo, no hay marcha atrás, salvo que en cada encarnación reniegues de tus cualidades, pero tampoco esa es una solución aceptable, entiendo, aunque no puedo afirmarlo, que si gastas sin provecho todas tus encarnaciones, repetirás curso volviendo a empezar de cero, son dos etapas y entiendo que al menos los 4 primeros grados de esa primera etapa deben ser los más complicados, vendremos a pasar hambre, sufrir suplicios, enfermedades, esclavitud, en esa fase primaria de aprendizaje necesitamos curtir a nuestra esencia, para que nuestro cuerpo pida a gritos empezar a evolucionar pronto, esto tampoco puedo afirmarlo, pero lo aporto porque es lo que fluye en mi mente. En esos 43 días puede que aparezcan dolores de dolencias ya pasadas, que sentiremos realmente, es para que pensemos que van a volver, tendremos tal vez sueños desgarradores, recuerdo a una alumna psicólogo y médium cuyo principal temor consistía en que podía ser poseída por alguna entidad que fuese adherida a alguno de sus pacientes, en su cambio de grado eso es lo que sintió, una voz masculina le hablaba desde su propio interior, la decía que al noche la violaría, vamos, que ni acostarse quería, yo conecté con su esencia para ver si tenía una entidad y la respuesta era que no, yo tenía vetado el preguntar si estaba en el grado del cambio, porque esa información es bloqueada, recuerda en el cambio solo estareis tú y tu antiguía, sin ayudas externas, aun así hice el protocolo para quitarla una entidad, porque ella la oía hablar dentro de sí misma, pero no funcionó, obviamente no se puede quitar algo que no tienes, aún así, la dije que la única explicación a lo que la pasaba, podía ser que estuviese cambiando de grado y que en ese caso ni yo ni nadie la podía ayudar, tenía que enfrentarse ella sola a sus miedos, la dije que no perdía nada por enfrentarse mentalmente a su antiguía, que le dijese que sabía que no era una posesión, que sabía que ese ataque venía de su parte y que habría de mantenerse firme, aguantando sus envites esos 43 días, como realmente se trataba de eso, estaba cambiando de grado, esto la funcionó, la supuesta entidad no volvió a molestarla, pero su antiguía cada día la atacaba de forma diferente, descubrirle es como limitar su fuerza, pero solo en ese ataque, al día siguiente volverá con otro distinto, este fue un caso extremo, lo normal es estar súper irritable, atacar a los que nos rodean, tener sueños horribles y la sensación de que lo que haces no merece la pena, que es una quimera de tu mente. Otra alumna, médium también, dice que por la noche sintió que alguien la abrazaba en la cama, no había nadie, sin embargo el colchón se hundía como si se tratase de un ser invisible, tampoco durmió esa noche, en este caso no me lo comentó, no pude ayudarla, lo comento cuando la confirmé que acababa de cambiar de grado. Bueno, entended que se pasa, es como un túnel con salida, no es algo imposible, solo irritable o desagradable, que se prolonga durante 43 días exactamente, recordad que después de la tormenta siempre llega la calma. Tampoco os preocupéis en exceso, que lo más normal es no cambiar de grado en muchas de nuestras encarnaciones, es algo complicado que requiere mucha implicación y no solemos implicarnos, solemos huir de las responsabilidades, muchos sensitivos en la actualidad, han nacido en grado 3 y morirán en el mismo grado, no habrán sabido o no habrán querido jugar sus cartas, alguno tendrá la suerte de vivir esta experiencia al menos una vez, los más involucrados puede que tengan varios cambios en una sola encarnación, cada cual lo que le toque o lo que intente. Yo no soy seguidor de ninguna religión, pero si nos centramos a las enseñanzas de Buda, lo que se busca en sus enseñanzas es alcanzar la Nirvana en una sola encarnación, es decir, pasar todos los grados que nos falten para completar nuestro camino de vida y no volver a encarnar, pero una cosa es intentarlo y otra muy distinta conseguirlo, tal vez Buda lo consiguió, tal vez Jesús si su existencia fue real también lo consiguió, pero y tú ¿serás capaz de aceptar el reto e intentarlo al menos? Estamos en una nueva era y todo fluye más rápidamente, pero primero hay que entender que viniste para hacer algo y después involucrarte e intentar descubrir cuál es tu misión de vida, porque a través de ella conseguirás que tu alma avance en su camino. Epifanio Alcañiz Psíquico Radiestesista y telerradiestesista Investigador de las energías telúricas Restaurador bioenergético Cocreador energético