Soy consciente de que esta información que recientemente me ha sido revelada por mis guías es nueva y cambia algunas de las creencias hasta ahora establecidas, algunos sin duda pensarán que esta revelación es producto de la mente de uno de tantos “iluminados” que constantemente afloran, aun así, se perfectamente cuál es mi tarea en este momento y sé que esta información no me fue revelada para que no sea compartida.
Una impronta es definida como el rastro, rasgo o huella que puede dejar una persona o un acontecimiento, sobre una impronta energética, hay definiciones que hablan de un rasgo sutil que se adquiere en el nacimiento y nos acompaña durante varias encarnaciones. No, no estoy de acuerdo con esta definición y podría utilizar otro nombre para aplicar al mensaje recibido, pero fue este y no otro el nombre sugerido, por lo tanto es el que voy a utilizar.
Hablemos de espíritus y fantasmas, voy aportar mi visión al respecto: un espíritu es un reflejo de la esencia de una persona ya fallecida que puede ser detectada por un médium, un fantasma es lo mismo, es decir un espíritu que quedó anclado a un lugar donde existe un foco de energía que en ocasiones le permite cambiar de plano, ese foco de energía en concreto es un vórtice energético en levógiro, una de las la diferencias entre un espíritu y un fantasma es que el espíritu solo puede contactar con un médium y un fantasma puede materializarse para todos los que estén presentes, sean sensitivos o no lo sean, pero hay más diferencias, vayamos por partes.
El mensaje de mis guías fue el siguiente: “Lo que se materializa para dar mensajes a un médium, no es la esencia de una persona fallecida, es la impronta dejada por su cuerpo energético al morir”
Hubo muchas preguntas y respuestas para aclarar todo esto, aportaré mis conclusiones finales. Por otros mensajes anteriores yo he afirmado en ocasiones anteriores que cuando una persona fallece el cuerpo energético se disuelve a las 12 o 14 horas del fallecimiento y que la esencia abandona el cuerpo un par de horas después, los mensajes de los guías siempre hay que interpretarlos y a veces sucede que la interpretación no es del todo correcta, según este último mensaje el cuerpo energético no se disuelve cuando ya no hay vida en el cuerpo físico, genera una especie de burbuja energética, un holograma, una impronta, en definitiva: un espíritu. En cada encarnación se genera una impronta distinta, ese espíritu queda unido a la esencia, formando capas como una cebolla, cuando la esencia quiere dar un mensaje a un médium, lo que este percibe no es a la propia esencia, lo que percibe es esa impronta o espíritu, no es cierto que la esencia en una muerte antes de tiempo quede anclada, esperando a que familiares vengan a recogerla, lo que queda anclada es la impronta o espíritu ¿y por qué sucede eso? Pues esta es la explicación que me han aportado, todos venimos con una fecha de nacimiento y una fecha de partida ya pactada de antemano por la esencia antes de albergar a un cuerpo físico, pero disponemos del libre albedrío para gestionar ese periodo de vida y a veces nuestras decisiones no son las correctas y nuestro tiempo de vida se acorta, cuando el cuerpo físico muere antes del plazo establecido, un accidente de tráfico, un infarto, una enfermedad, etc. nuestro cuerpo energético queda desorientado, no es su tiempo, no sabe lo que tiene que hacer, no está preparado y tarda más tiempo en generar su impronta, sin embargo la esencia cumple sus tiempos y abandona el cuerpo cuando ha de hacerlo, el resultado es que la impronta queda huérfana, la esencia ya partió, se queda anclada a la tierra y ya no es controlada por la esencia, generando una importante herida que además es un lastre que impide el correcto avance en el camino de evolución de nuestra esencia o alma, es como si arrastrase una cadena.
A lo largo de nuestro camino de evolución, vamos perdiendo improntas, sobre todo en la primera etapa de esa evolución, donde morir en una batalla o por cualquier otra razón antes de cumplir nuestro plazo es mucho más sencillo, por lo tanto nuestra esencia no arrastra una sola cadena, arrastra varias, en la segunda etapa de la evolución, perder la vida antes de tiempo es más complicado, en esa etapa adquirimos un segundo guía y al parecer ellos, nuestros guías, hacen lo imposible porque acabemos nuestro periodo de vida, es decir intentan darnos la oportunidad de abrir los ojos y hacer aquello a lo que nos comprometimos, nosotros no, nuestra esencia, casi siempre consiguen que sea así, pero no siempre. Hace tiempo que afirmo que todos aquellos que sufren una experiencia cercana a la muerte son sensitivos, la vida les ofrece una nueva oportunidad, aunque sea cuando ya apenas nos queda tiempo, para hacer ese trabajo portamos una herramienta o don que nos fue otorgado como ayuda.
Sin embargo, según la información recibida recientemente al menos un 5% de los sensitivos, quizás por distintas razones, pierden la vida antes de tiempo, esto es raro, pero si sucede esa cadena es más pesada, es como un ancla que al menos en la siguiente encarnación será un lastre que puede impedir que tus cualidades afloren, será más complicado que puedas ser consciente de lo que eres, una de esas razones es que la mente del cuerpo que alberga esa esencia se haya cansado de vivir y tire la toalla, los guías no pueden actuar en ese caso, entiendo que además pueden existir otras razones que aún no he descifrado.
Yo soy un alma vieja, muchos tramos de vida ya vividos, aunque no pueda recordarlos, muchos de los que leeréis esta información también lo sois, concretamente en mi caso arrastraba 13 improntas de mis vidas pasadas, todas ellas de mi primera etapa de evolución.
Estas son mis conclusiones finales: no es el alma lo que los médium ven, es una impronta, esta impronta puede estar o no controlada por la esencia, por ejemplo esas improntas que los médium ven por la calle perdidas suelen ser el espíritu de una persona fallecida antes de tiempo y sin embargo ese tutor, ese familiar que les visita para intentar ayudar, sería una impronta controlada por la esencia; un fantasma sería una impronta no controlada, que además se alimenta de la energía de un vórtice en levógiro, si alguien muere junto a un vórtice cuando acaba su periodo de vida la impronta generada por su cuerpo energético se adhiere a la esencia y por lo tanto no queda anclada al lugar, pero si muere accidentalmente la esencia asciende llegado su momento, como la impronta se genera después, queda perdida y en el caso del vórtice cercano, esa impronta se alimenta de la energía del vórtice y se convierte en un fantasma que cambiara de plano, cuando pueda, quiera, o sea autorizado para ello, en realidad este dato lo ignoro.
Otro tema que sé que va a generar polémica es el de los animales (incluida nuestra mascota) estos no tienen esencia o alma, me lo han confirmado tantas veces mis guías, que después de esta aclaración, nunca más volveré a preguntarles al respecto, sí que tienen cuerpo energético, al no tener alma no pueden generar una impronta, pero aquí hay una excepción, cuando nuestro amor por esa mascota es muy grande, nuestra esencia adopta a esa mascota y genera una impronta de su cuerpo energético, cuando el cuerpo físico muere, esa impronta no se adhiere a nuestra esencia, ya que ella sigue en nuestro cuerpo, esta impronta en teoría desaparece cuando nuestra esencia asciende después de que nosotros perdamos la vida, porque se mantiene gracias a nuestra propia esencia y no a la suya, ya que carece de ella.
Para concluir, este tema, estas improntas perdidas, pueden ser recuperadas (si ellas quieren) con la ayuda de familiares afines a ella, ojo familiares de su misma encarnación, ya que a las improntas controladas por la esencia, aunque hayan coincidido en otras encarnaciones no puede reconocerlas como afines, porque esa información está en la esencia y no en la impronta. Si esto no sucede, nuestra esencia puede recuperar a todas sus improntas perdidas, cuando concluya el séptimo grado de su segundo ciclo, es decir, cuando de por finalizado su camino de vida, esto explicaría el por qué fantasmas que eran visibles hace unos siglos ya han desaparecido y también guardianes y otras improntas ancladas a un lugar concreto.
La buena noticia, es que me han facilitado la forma de recuperar estas improntas, de hecho es por eso que esta información aflora en este momento, en esta nueva Era, sobre todo los nuevos sensitivos que nacen y los que ya nacieron, han de despertar para convertirse en los nuevos guerreros de la luz que tomaran el relevo y para ello van a necesitar liberar sus cadenas, para poder fluir libres de heridas, esta es una nueva herida que he añadido a la restauración bioenergética que realizo a través de la energía pura y creadora de La Fuente.
Epifanio Alcañiz
Psíquico
Radiestesista y psícoestesista
Investigador de las energías telúricas
Restaurador bioenergético
Cocreador energético