¿Qué es la radiestesia?
Son muchas las conjeturas al respecto y, con frecuencia, la radiestesia se confunde con un arte adivinatorio a través del péndulo. Yo no digo que esta herramienta (el péndulo) no pueda ser usada para otros fines que no deberían englobarse dentro de la radiestesia, pero creo que se trata de una percepción extrasensorial que sirve para detectar las distintas energías y radiaciones remitidas por la Tierra. Como suelo decir, el zahorí no huele el agua, simplemente detecta inconscientemente la alteración energética que hay en su vertical. Tal vez hayan oído más de una vez que esta radiación es captada por las glándulas suprarrenales y que estas envían la información al cerebro; o que es a través de la hipófisis como detectamos estas alteraciones.
Yo considero banal el debatir esto, pues no tengo la respuesta y no creo que nadie la tenga; lo que sí he comprobado es que de forma consciente se pueden obtener respuestas a través de las herramientas, porque no tengo ninguna duda de que el péndulo, las gráficas, las varillas o cualquier otro instrumento utilizado por el radiestesista, son simples herramientas. La respuesta, consciente o inconsciente, a nuestras preguntas, la obtiene la mente. Pensar que un péndulo de un material determinado, nos dará una respuesta diferente, es algo irrisorio que he comprobado en multitud de ocasiones. Para clavar un clavo podemos utilizar un martillo, una piedra y hasta un zapato; para obtener una respuesta involuntaria podemos utilizar un péndulo, un llavero, una medalla y hasta una cámara de fotos cogida por la correa; incluso el brazo dejándolo muerto, se convierte en un excelente péndulo; pero recuerde lo más importante: el péndulo nunca nos dará una respuesta. Si desea hacer la prueba, cuélguelo de una lámpara y pregunte. Verá cómo no le aporta ninguna respuesta. Dicho esto, creo que será más sencillo comprender que da lo mismo utilizar un péndulo de madera, de metal noble, de cuarzo o una simple patata suspendida de un cordón. Perdonen mi brusquedad, pero es la realidad. Obviamente hemos de utilizar una herramienta con la que nos sintamos cómodos. Eso es muy importante. Si alguien cree que con un péndulo de oro o unas varillas de plata obtendrá mejores resultados, que no dude en usarlas. Nosotros mismos ponemos las barreras y hemos de eliminarlas por completo.
Tal vez falte comentar que el péndulo es una herramienta en manos del radiestesista. Es un simple peso suspendido por un cordón o cadena que le permite realizar movimientos oscilatorios. El radiestesista sujeta el péndulo por el cordón y busca respuestas en unos movimientos que no son provocados voluntariamente. Varillas metálicas en forma de L. Esta es otra de las herramientas usadas por el radiestesista; sustituye a la rama de árbol en forma de horquilla que aún siguen utilizando algunos zahoríes. Al abrirse o cruzarse en manos del radiestesista, muestran la respuesta a la pregunta formulada. Hay muchos mitos en torno a la radiestesia. Demasiados, diría yo. Cuántas veces me han llamado para encontrar un perrito perdido, un tesoro, una cámara de fotos, un recuerdo de familia… Pues no. Lo siento, pero la radiestesia no sirve para eso. ¿Alguien piensa que un anillo perdido altera la radiación en su vertical? Yo no. Y un tesoro tampoco. Y tampoco una persona desaparecida. Lo he comprobado todo. Ya, ya lo sé. Puede ser que yo no tenga esa puerta mental abierta y otro sí. Pudiera ser. Ahora bien, pensemos con lógica. ¿Creen que si alguien tuviese la facultad de encontrar a personas desaparecidas dedicaría su vida a otra cosa? Yo no. ¿Acaso algo puede aportar mayor satisfacción que devolver a unos padres su hijo perdido? A través de la radiestesia imposible. A través de la telerradiestesia no puedo afirmarlo, solo puedo decir que yo lo he intentado en varias ocasiones y no lo he conseguido.
Olviden ese mito de que cruzar las piernas o llevar un reloj o algo metálico puede alterar el resultado. Olviden también lo de descalzarse para conectar mejor con la tierra. Tan solo procuren estar relajados y no pensar una respuesta de antemano, porque entonces esa será la que obtendrán. Es tan solo un consejo. La radiestesia no sirve para decidir el color de la ropa en una entrevista de trabajo, pero si preguntamos obtendremos una respuesta. Tampoco para saber si va a llover un día determinado, pero igualmente obtendremos una respuesta. Sí o no, con el 50% de posibilidades de acertar (lo mismo que si respondemos al azar a una pregunta que desconocemos).
Epifanio Alcañiz
Psíquico
Radiestesista y telerradiestesista
Investigador de las energías telúricas
Restaurador bioenergético
Cocreador energético
Han pasado más de 2000 años desde que Hipócrates, al que se considera padre de la medicina, enseñaba la influencia del entorno sobre la salud. Los geomantes chinos ya conocían las energías emergentes de la tierra 6000 años atrás. Y también los egipcios, los celtas, musulmanes, budistas, cristianos, en todos los continentes encontramos evidencias, es decir, en todas las culturas, en todas las religiones (a través de geomantes, rabdomantes, zahoríes, varilleros, ahora radiestesistas y geobiólogos), se ha tenido conocimiento de estas energías.
Se han usado estos conocimientos para construir lugares de culto desde la prehistoria. Por todo el planeta podemos encontrar emplazamientos megalíticos, dólmenes y menhires, catedrales e iglesias, que dejan constancia del gran conocimiento de nuestros antepasados sobre estos temas.
Después llegaron unos siglos en los que su uso se limitó a la búsqueda de aguas subterráneas y la localización de minerales, hasta que a principios del siglo pasado y a través de la radiestesia empezamos a redescubrir las energías las energías nocivas que nos remite la Madre Tierra.
La Radiestesia es una percepción extrasensorial que se puede englobar en lo que se conoce como "sexto sentido". Es la capacidad que portamos al nacer de percibir las radiaciones energéticas.
El término radiestesia cobró vida entre 1920-1930 de mano del abate francés Bouly. Este vocablo está formado por la palabra latina “radium” (radiación) y la griega “aisthesis” (percepción)
El radiestesista percibe una información de la cual no es consciente, posiblemente a través del inconsciente. Éste transmite un impulso eléctrico a los músculos del brazo, haciendo que el péndulo gire o se mueva, y en el caso de las varillas que se abran o se crucen entre sí. Interpreta el radiestesista estos movimientos como respuestas positivas o negativas a sus preguntas.
Antes he dicho que todos nacemos con esa cualidad, pero no todos la desarrollamos hasta llegar a un nivel radiestésico suficiente; comparando, todos tenemos capacidad para cantar, pero sólo unos pocos pueden hacerlo bien.
A través de la Tele-Radiestesia con un péndulo y una gráfica se puede medir la sensibilidad radiestésica de cualquier persona. Podemos hacerlo sobre un hipotético 100% global de sensibilidad por el cual guiarnos. Según esto, todas aquellas personas que superen el 30% de este nivel tendrán capacidad suficiente para obtener respuestas de las varillas o el péndulo. Después de medir el tope radiestésico de la persona, habría que medir la capacidad desarrollada hasta el momento; la diferencia sería el camino por recorrer, y la práctica sería el único medio de alcanzar ese tope radiestésico. Aproximadamente el 90 % de la población supera en mayor o menor medida este nivel inicial mínimo, siendo los niños los más capacitados, a medida que nos hacemos adultos, vamos perdiendo esa capacidad innata si antes no hemos hecho uso de la misma.
Tele-radiestesia, es lo mismo pero a distancia. Ojo, esta cualidad no la portan todos los radiestesistas. Yo diría que son muy pocos los elegidos.
Además la dividiría en tres niveles. Si yo pregunto “¿hay agua subterránea en esta vivienda?”, y obtengo respuesta, estaría utilizando un primer nivel o nivel local, es el que llega donde abarca nuestro campo visual. Si la pregunta es “¿deseo ser consciente de la corriente subterránea de mayor caudal dentro de mi radio de percepción?”, y el péndulo me lleva hasta ella, yo estaría utilizando el segundo nivel o nivel medio; la siguiente pregunta sería saber cuál es nuestro radio de percepción (el mío alcanza unos 33 Km.). Si utilizamos un plano, y a ser posible una foto, para encontrar una alteración telúrica, no importará la distancia y estaremos utilizando el tercer nivel o nivel global.
Explicar cómo funciona la Tele-Radiestesia es algo que escapa a mi conocimiento. Para ello tenemos que aceptar que el quinto elemento o éter (como lo bautizaron en la antigüedad) es una energía sutil, de la cual todos formamos parte. A través de la misma, y por medio de ciertas percepciones extrasensoriales (como la Tele-Radiestesia, la Clarividencia o la Premonición) se tiene acceso a una parte de la información contenida en los supuestos registros akásicos o archivos del cielo.
Sea cual sea el funcionamiento, lo cierto es que el hemisferio derecho de nuestro cerebro o la parte inconsciente del mismo es un completo desconocido. Para mí es como un largo pasillo lleno de puertas cerradas, que tan solo en algunas ocasiones y que en algún caso pueden ser circunstanciales, se abren dejando paso a otras dimensiones, conocimientos o poderes ocultos.
El término geobiología no sé si es del todo correcto, ya que su traducción vendría a ser como “estudio de la vida en la tierra” y no es esa su función exacta; también es conocida como la medicina del hábitat, una definición posiblemente más correcta. Este estudio parte de la base de la radiestesia como forma de localizar espacios bióticamente favorables que guarden armonía con el lugar y con las personas que lo han de utilizar. Tiene en cuenta la incidencia de alteraciones naturales, redes telúricas, chimeneas cosmotelúricas, corrientes subterráneas, fallas del terreno, etc., y otras alteraciones como radiofrecuencias y contaminación electromagnética artificial. Recomienda además unas normas de construcción biótica que se han ido perdiendo en aras del progreso con los nuevos materiales y métodos de construcción.
Dicho esto, lo ideal sería llamar a un geobiólogo para hacer un estudio de nuestra casa. Por desgracia, he encontrado personas en este gremio muy documentadas y con amplios conocimientos teóricos, pero con una capacidad radiestésica insuficiente, detectar la Red Curry con fluidez supone un reto no siempre superado por todos.
Epifanio Alcañiz
Psíquico
Radiestesista y telerradiestesista
Investigador de las energías telúricas
Restaurador bioenergético
Cocreador energético
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